domingo

EL CELOSO EXTREMEÑO (II)


Monserrat Gudiol



MOTIVOS ESTRUCTURALES DE ESTA NOVELA EJEMPLAR

Los motivos estructurales se fundamentan en la necesidad de batir los muros en la situación claustrofóbica en que nos ha sumido Felipe de Carrizales a los personajes encerrados en la casa y a los lectores.



Jiri Georg Dokoupil




El artífice de esta ardua labor será el contrapunto de Carrizales: el joven mozo Loaysa.

Loaysa supone la antítesis de Carrizales desde un punto de vista físico, psicológico y moral.
Así debe ser presentado pues representa la amenaza que tanto teme Carrizales, como posible amante de Leonora.




Pére Pruna


De manera que Loaysa como joven mozo se contrapone al viejo Carrizales. Como burlador de la virtud se opone a Carrizales, obsesionado por la hipotética o inexistente infidelidad, y como fingidor de músico tullido y mendicante a la formalidad y laboriosidad del trabajador Carrizales.

En esta oposición conceptual Carrizales cierra puertas, Loaysa las quiere abrir, derrumbar, romper, burlar. Carrizales las refuerza con otras contrapuertas, Loaysa las tira por tierra. Carrizales clava tachuelas, Loaysa las arranca.




Ignacio Díaz Olano


¿Cuál es el motivo simbólico del encierro, de las puertas, de las llaves bajo el colchón?

Bien, toda esta situación argumental se estructura en un motivo obsesionante, repetitivo, cuyo simbolismo no escapa a la psique del lector: un agujero.



Ángel Mateo Charris


Carrizales conoce a su futura mujer en el marco de una ventana, asomada por ese amplio hueco, aún lejano en su primera aparición.




Edward Hopper


La boda, la vida matrimonial y el consiguiente encierro suponen la idea omnipresente del agujero: el agujero de las cerraduras, cuyas llaves oculta el viejo marido bajo la almohada y después bajo los colchones del lecho en el que yace con su joven esposa.




Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec


Señala cada vez más claramente a la feminidad de Leonora.




José Mongrell Torrent


El agujero de todas las puertas que levanta Carrizales, el agujero por que Loaysa quiere entrar.




Yo Coquelin



El agujero por donde todas las mujeres de la casa conocen al apuesto y burlador mozo.




Baldomero Romero Ressendi


El motivo simbólico de la Novela viene a ser el de poder introducir la llave en la cerradura.
Tanto más descarnado se vislumbra el motivo cuanto más obsesivos son los celos.


Marta Ferreras Viruete


Al igual que encontramos una contraposición en los dos hombres, es motivo fundamental de la obra el enfrentamiento entre el encierro claustrofóbico y las argucias por derribar éste, penetrarlo: música, diversión, juventud, belleza, adulación, el engaño a una de las guardas, ungüentos... todo ello para vencer el muro tendido por los celos enfermizos.





Julio Romero de Torres


La mujer en esta presentación estructural se erige en portadora de una vagina-cerradura y deviene prisionera del hombre que echa la llave. El hombre es el candado, el muro, el que porta el cinturón de castidad, las argollas en las que debe ser encerrada la mujer, según un concepto unido a la sociedad humana desde el principio de los tiempos hasta recientes movimientos de liberación femenina.




Corneille



El motivo castrador se refleja explícitamente en el personaje masculino negro, Luis, que es un eunuco y en la obsesión de Carrizales, porque, ni siquiera, éste se podrá acercar a Leonora.

Parece inminente la llegada a la cerradura por parte de Loaysa cuando el torno de la segunda puerta es derribado y el agujero se agranda.

Es tal la ironía del Maestro Cervantes, que hace caer todos los muros del miedo, la prudencia, el recato, el respeto de Leonora para que acudiendo a los brazos de Loaysa y durmiéndose allí abrazada, se niegue a aceptar el ayuntamiento carnal.




Berthe Morisot



La modernidad de la resolución y la independencia de pensamiento que muestra la mujer son dignas del autor al que nos referimos, y difícilmente repetibles en los Siglos de Oro y en otros posteriores.




Marc Chagall


La resolución puede mover a hilaridad a la par que a la compasión hacia Carrizales (la tragedia grotesca está servida, otra muestra de modernidad en Cervantes), Carrizales descubre a su mujer durmiendo con Loaysa y deduce, como no puede ser de otra manera que ha habido un encuentro carnal entre ellos, sin que en realidad lo haya habido, pero muere sin saberlo, yéndose hacia el otro mundo con la convicción absoluta de que ha sido deshonrado por su mujer.



John Mellencamp


¿Revela ello una crueldad consciente por parte del autor? ¿Quiere suscitar compasión en el lector?

Parece ello que este final es la lección moral que Cervantes aplica a Carrizales, el celoso obsesivo, aplicando sobre él una crueldad terrible: su peor pesadilla hecha realidad. Recordemos el desenlace igualmente tremendo en El curioso impertinente, el relato insertado en El Quijote, aplicado a otro de sus personajes enfermizos, otro marido celoso: Anselmo.




Pedro González



Parece que Cervantes se haya convertido en un escritor justiciero castigando las injusticias cometidas contra las mujeres, mostrándose nuevamente como un adelantado a su tiempo. Digamos que moralmente ofrece una lección a Calderón de la Barca, un siglo antes. Y sigue siendo moderno Cervantes en el siglo XX si lo comparamos con Ramón Pérez de Ayala en Tigre Juan: El curandero de su honra.




Julio Romero de Torres


La modernidad de Cervantes en su ironía y en el desenlace paradójico la encontramos asimismo en el encierro voluntario de la joven en un convento. Paréceme que ahora debiera aparecer don Quijote exclamando: "¡Con la iglesia hemos topado, amigo Sancho!", y dejara con tal afirmación la condena a la castidad de la joven bien sentada. Si el encierro del marido llegó a vencerse, el del convento como cierre de la obra parece que añada, y valga la redundancia, otro cierre más en este caso inexpugnable, pues la mujer decide por propia voluntad quién echa o no la llave de su cerradura.



Eugene Louis Boudin


La lectura final de la obra se ofrece como una lección de modernidad en la libre elección de la mujer y en su decisión de permitir que su marido murirera sin querer aclararle lo que había sucedido en realidad, pues las inquietudes de éste, sus desvelos y desconfianzas anidaban sólo en él, y no en se basaban en el conocimiento que tenía de la personalidad de ella, pues tal análisis se desdeña de todo punto. La mujer que había sido cosificada por un personaje, representante de la sociedad de su tiempo y de muchos siglos venideros, es liberada de este modo por Cervantes, en el proceso propio de rehumanización en el personaje femenino.


José Luis Pajares




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3 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Excelente. Cervantes pudo ser moderno porque aunó la ironía barroca con una formación humanista. Y porque vivió mucho e intensamente, con los ojos bien abiertos.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Elena,

Una vez que he leído los dos capítulos dedicados al Celoso Extremeño, dedicado el primero al argumento, y el segundo al minucioso análisis de su estructura, no puedo más que admirar de forma nueva la grandiosidad del autor de El Quijote. Desde luego que un buen libro, explicado con la claridad y transparencia de quien bien lo conoce, como es tu caso, Querida Elena, se convierte un libro mejor todavía.

Tiene el libro una trama digna de una comedia de Plauto, con todas sus peripecias, y también el ingrediente de la seriedad y los Valores de una Tragedia Griega.

Lo único que no podía faltar es el nombre de la dama, Leonora, el mismo que tendrá después la digna esposa, símbolo de la Fidelidad conyugal, de la única Ópera, de Beethoven, la Ópera Fidelio, que es el mayor monumento que se ha creado a la Fidelidad Conyugal, precisamente por quien no tenemos constancia de que conociese mujer (en sentido bíblico), aunque, eso sí, tuvo muchas admiradoras y admiradas.

Y me pregunto yo: ¿habría leído Beethoven la novela de Cervantes?

Toda una delicia de novela, Ejemplar en todos los sentidos, como Ejemplar es la explicación que nos das, Querida Elena.

Después de tus explicaciones, Amiga Elena, no creo que pueda haber alumno o alumna que se resista a su lectura.

Un beso y un abrazo ejemplares, amiga Elena.

Antonio

Merche Pallarés dijo...

Excelente. Como dice nuestro profe PEDRO. He aprendido muchísimo con tu minucioso análisis de esta novela. Gracias. Cervantes, ciertamente, era muy visionario, irónico y moderno. Besotes, M.

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