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El celoso extremeño (I)



Dedicada al Profesor Pedro Ojeda, una eminencia en el conocimiento de Cervantes, por sus profundas lecturas y estudios, y también por recoger la antorcha del idealismo invicto de don Quijote.


El argumento de esta Novela ejemplar de Cervantes es el siguiente: un indiano, el viejo Felipe de Carrizales, de origen extemeño (del cual sabemos que ya no cumple los 68 años), regresa a España, a Sevilla, rico y solitario. Se ilusiona ante la posibilidad de contraer matrimonio con una joven, más bien niña, en edad de 13 a de 14 años, a la que ve asomada a una ventana.



Bartolomé Esteban Murillo


Si bien los celos enfermizos que padece no lo habían permitido nunca casarse, quisiera en el último tramo de su vida verse acompañado por esa jovencita de cuya belleza se encandila.


Francis Toledo


Consciente de sus celos patológicos y acuciado ante la terrible posibilidad de que su futura mujer le sea infiel, de que conozca ésta o tenga trato con otros hombres, el viejo Carrizales urde un plan, que piensa infalible.


Jesús de Perceval


Pide la mano de la joven a sus padres, que aunque llorosos y apenados por perderla y enviarla a un matrimonio con un anciano, se la conceden ante la dote que aporta a la familia, seguros de que su hija tendrá una vida regalada y llena de cuantos caprichos deseare.



Jordi Pallarés



Carrizales adereza su vida matrimonial de la siguiente manera: compra una rica casa en el centro de Sevilla, cierra todas sus ventanas y dispone un encierro seguro, pues la puerta de la calle, casapuerta lleva a una caballeriza para una mula, y encima de ella un pajar, allí viviría un negro viejo y eunuco, Luis. La casa quedaría con dos puertas, la de la calle y la que daba al interior. Entre ellas viviría Luis.



Francisco Peinado



Nadie podría traspasar estas puertas, es más, hizo un torno desde la casapuerta hasta el patio, a través de él se dejaba recado al despensero y se recogía la comida que éste dejara. Hizo llave maestra para toda la casa, compró seis esclavas (blancas y negras) y contrató a un aya de la misma edad de su mujer y a otras dos doncellas para que la sirvieran y acompañaran, procurando que ésta tuviera todos sus deseos cubiertos en el encierro.



Mateo Vilagrasa


Sólo saldría de casa la joven Leonora para ver a sus padres en misa y esto sería siempre sin que la luz del sol la alumbrara. Carrizales dejó bien encargado a las esclavas y criadas que no permitieran ni siquiera que Luis atravesara la segunda puerta de acceso a la casa.


Mark Tansey


Así las cosas, un joven galán sevillano, Loaysa, sorprendido por el encierro de la casa, averigua el la situación de Leonora en ella y en él se encienden unos intensos deseos de poder penetrar en la fortaleza, haciéndose pasar por un pobre y tullido músico.


Josep Gaspar Romero



El negro eunuco Luis, encerrado entre dos puertas, escucha de noche una dulcísima música de la guitarra que toca Loaysa. Éste toca la guitarra y elogia la voz de Luis, prometiendo que le enseñaría música.


Francisco de Goya y Lucientes



Ante tales adulaciones, finalmente Luis accede a darle entrada en la primera puerta a Loyasa. Puesto que no puede hacer una copia en cera, ya que Carrizales nunca se separa de las llaves, deciden entre ambos desmontar la chapa de la cerradura, así lo hacen y así se encuentran y disfrutan más que de la música del vino y de la colación que aporta Loaysa.



Alfonso Daniel Rodríguez Castelao



Una vez que ha conseguido traspasar la primera puerta, y después de varias noches y del conocimiento que tienen de él las esclavas y criadas y la misma Leonora, todos convienen en que Loaysa podría entrar en casa para tocar su guitarra y hacerles pasar un rato divertido burlando su encierro habitual. La primera noche hicieron una pequeño agujero en el torno para verlo y la segunda lo barrenaron para ver al joven que ya no vestía hábitos de pobre, y hacían turnos para mirar a través del pequeño agujero.



Ramón Bayeu y Subías



A pesar de las primeras reticencias de Leonora, ésta inocentemente termina consintiendo que Loaysa entre y será ella quien deberá rescatar las llaves debajo de los colchones donde dormía su esposo. Para llevar a cabo esta tarea, Loaysa aporta un ungüento que le produciría a Carrizales un sueño profundo.


Manuel Amado



Así lo hace Leonora, y Loaysa entra en la casa, la diversión y la música están servidas y Loaysa queda arrobado de deseo ante la belleza de Leonora.



Legrand



Loaysa utiliza a una de las criadas, Marialonso, como anzuelo, para conseguir tener un encuentro amoroso con Leonora. Marialonso encarece tanto las virtudes de Loaysa que consigue que Leonora ceda. Después de una extensa intervención del narrador para criticar a las dueñas que vencen la virtud de las doncellas con maliciosos argumentos.



Monserrat Gudiol


Leonora, a pesar de todo se niega finalmente al encuentro carnal con Loaysa, quedando rendidos ante tal batalla amorosa y dormidos.




John Everett Millais


Así despierta Carrizales que ve representada ante sus propios ojos la pesadilla de su vida: su mujer dormida en brazos de otro hombre. Espantado regresa a su lecho y cuando vuelve Leonora, triste pero sin brindar un espectáculo violento, le pide a su mujer que mande llamar a sus padres pues le parece hallarse en el trance de la muerte.





Jiri Georg Dokoupil



Llegan los padres de Leonora, y Carrizales les hace partícipes de la verdad y de su culpabilidad ante el encierro que había llevado a cabo, disculpándose por su locura. Su testamento es en extremo generoso con su mujer, y con todos, excepto con Marialonso a la que deja únicamente la paga de su salario. Dispone asimismo Carrizales que su viuda se case con el joven Loaysa.



Henri Regnault



Fallece Carrizales y lejos de cumplir esta voluntad, Leonora atravesada por el dolor de la pérdida de su marido, decide profesar de monja.



Ramón Casas Carbó


El narrador con un último toque humorístico y tremendista finaliza el relato explicándonos que Leonora nunca le llegó a aclarar a Carrizales que la infidelidad carnal no se había llevado a cabo.


Miquel Barceló


Los motivos estructurales de esta Novela ejemplar son fascinantes y serán objeto de estudio en una próxima entrada.

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4 comentarios:

Alexiev dijo...

Buen blog...

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Pedro Ojeda Escudero dijo...

¡Mil gracias por el detalle de dedicarme esta entrada de la que daré cuenta, por supuesto, en las noticias quijotescas del lunes!
No dejes de cotejar esta novela ejemplar con el entremés que la dramatiza, El viejo celoso. Te divertirás.
Además, de esta novela hay una versión manuscrita anterior a la edición en la que se contienen cosas que fueron modificadas para su publicación, para evitar problemas con la censura o para no resultar tan procaz, lo que podría provocar rechazo en la impresión.
Gracias de nuevo.
Un beso.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Interesántisima entrada, espero un fragmento para deleitarme después de tan sobresaliente comentario tuyo.

Besos con admiración.

Merche Pallarés dijo...

Muy, muy interesante tu blog, los cuadros, las fotos, la música y el cuento cervantino muy en su línea. Enhorabuena. Besotes, M.

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